Diario de Ama Claude

Hoy ha sido otro día digno de la Diosa que soy.
Comencé mi día mas temprano que de costumbre, pero como siempre con mi desayuno en la cama servido por mi esclavo/marido quien no solo se encargo de alcanzármelo lamiendo mis pies mientras lo tomaba en compañía de mi gata, sino que tambien se encargo de asistirme mientras me vestía y maquillaba para salir de acuerdo a lo que estoy acostumbrada a lucir.

El día estaba muy lindo, con un calorcito agradable, lo que significo que mi robotino{CLD}eligiera para mi salida una musculosa blanca combinada con una pollera minifalda azul completando mi atuendo con saquito tambien azul con vivos blancos. Se que esta vestimenta vuelve loco a mas de uno, pero para eso soy una Diosa de modo que nada de eso deja de ser normal para mi y para mis esclavos que sienten en carne propia lo que significa verse cerca mío en publico.

Había decidido pasar una tarde de paseo, tranquila, lejos de las aglomeraciones, justamente disfrutando tranquila y de alguna manera anónimamente de mi deidad aunque los hechos posteriores demostraron a todas luces que esto no siempre resulta posible ya que mi presencia causa entre los no acostumbrados a verme cierto revuelo.

Mi esclavo/marido me llevo hasta el shopping en el que me gusta comprar y allí me dejo para encontrarme con marce{CLD}quien se encargo de entregarme una nueva ofrenda que compramos en una casa de deportes contribuyendo así a que mi deidad siga en alza.

Así fue que decidí ir de paseo al aire libre con mi esclavo de turno quien me llevo de paseo por el Tigre visitando la costa del Río Lujan donde camine y disfrute del sol y de tomar aire por un largo rato hasta que llego la hora de comer.

Habiéndolo invitado especialmente a compartir mi mesa, mi esclavo marce{CLD}me llevo a un restaurant muy lindo en la zona donde el mozo de nombre Mario nos recibió muy especialmente ya en el estacionamiento presentándose ante mi de manera muy respetuosa y amable como no podría haber sido de otra manera.

La verdad es que nos atendió muy bien aunque el pobre no pudo evitar quedar fascinado con la Diosa que allí estaba lo que demostró al traer los gnoquis, y solo por estar mirándome como embobado volcó al piso el contenido del plato que estaba por servir.!

Como les dije, esto es razonablemente normal ya que los hombres así se quedan ante mi sola presencia pero en esta caso además el camarero reconoció que “por mirarla se me cayo la comida” a lo cual marce{CLD} respondió con un sincero “lo entiendo”

Bueno, anécdota aparte, mi día transcurrió muy bien, disfrutando de una tarde al aire libre y de un lindo paseo con uno de mis esclavos en el cual una vez mas mi deidad quedo al descubierto causándome una diversión la cual me gusta disfrutar por mas que a estas alturas ya estoy acostumbrada.

Un bisou