Celebracion

El reloj indicaba las 8 de la mañana cuando la Señora despertó. Había sido un plácido descanso luego de una movida noche en la que su esclavo 24/7 le había dado el placer al que estaba acostumbrada. De inmediato llamo a su sumiso quien prontamente subió a la habitación postrándose al costado de la cama. 

Ver a su Ama recostada en la cama, cubierta con las suaves sabanas de raso rojo, era para el esclavo un espectáculo que lo movilizaba muy en su interior por mas que era una escena que a diario se venia repitiendo desde la época del gol de “la mano de Dios”. 

Postrado frente a su Ama, el esclavo la saludo respetuosamente besando sus pies y exclamando su deseo de buenos días y así espero a que Ella le pidiera el desayuno para bajar a terminar de prepararlo. 

Mientras tanto la Señora reposaba tranquilamente en su cama mirando las noticias en la TV y repasaba sus previsiones para la fecha. Jamás planificaba al pie de la letra cada cosa de su día sino que dejaba que la espontaneidad fuera fluyendo pero solía ordenarse mentalmente al comenzar la mañana para así poder hacer mas fácil y placentera su jornada. 

Pasaron algunos minutos antes que el esclavo regresara con su desayuno presentado tal como su Ama requería. La bandeja incluía un café cortado con muy poca leche, 2 tostadas untadas con queso blanco y mermelada, un servilleta prolijamente doblada y el diario para que Ella lo leyera mientras desayunaba. 

Le indico a su esclavo que primero irían de compras y que luego saldría para encontrarse con uno de sus sumisos part time para que lo tuviera en cuenta al preparar la ropa adecuada para esta ocasión y para que alistara el baño para darse una ducha. 

Ya bañada y terminada de vestirse, como lo hacia diariamente, su esclavo la asistió en su maquillaje y la Señora ajusto los detalles finales para su salida. Su presencia era celestial, vestía una minifalda de jean con medias de Lycra opacas y botas de taco alto que realzaban sus maravillosas piernas combinadas con una remera negra y un saquito blanco que destacaban su cuerpo de forma infartante. Su maquillaje suave, su peinado elegante y su perfume penetrante completaban el atuendo que reflejaba una deidad natural llevada al extremo al ponerse su tapado de cuero negro. 

 Poco mas tarde la Señora estaba en el shopping haciendo las compras para su casa. Muchos podrían pensar que ésas cosas son demasiado vulgares, poco glamorosas o aburridas para una Diosa pero la Señora tenia muy presente que dentro de una Domina hay antes que nada una Mujer y como tal deseaba hacer personalmente sus compras. 

Siempre había considerado a la Femdom no como un juego de dormitorio sino como un estilo de vida, una situación que atraviesa transversalmente cada acción, cada situación y cada momento de su vida por lo que aun estas tareas rutinarias se hacían en ese contexto. Por otra parte la Señora disfrutaba de vivir estas cuestiones sumergida en la D´s y lo disfrutaba mucho ya que solían surgir oportunidades para divertirse y gozar de su condición de Domina. 

Ver a una Dama muy elegante, mas vale por su actitud, caminando por un supermercado o un shopping con un hombre siempre un paso detrás suyo llevando un carrito o montones de bolsas, hablándole solo si Ella lo hacia primero mientras toda persona ajena a esa pareja la miraba y admiraba su deidad era de por si un espectáculo imperdible.

Es que justamente en esos detalles cotidianos estaba el goce permanente de la Señora. Era una Diosa y así lo vivía en cada cosa que hacia, ser una Domina era para Ella una fuente de diversión y placer permanente y así vivía cada día de su existencia desde que había descubierto la Femdom. 

Luego de dejar en su casa la compra de aquella mañana pidió a su esclavo/marido que la llevara al encuentro de uno de sus part time. Era una ocasión especial, nada menos que el festejo del cuarto cumpleaños a su servicio. A todo esto se sumaba el hecho, algunos dirían casual, de que esa fecha coincidía con el cumpleaños del sumiso lo que le daba a la celebración un adicional emocional tanto para la Señora como para el esclavo. 

Lo que resaltaba de aquel hecho era que la Señora aun no conocía la fecha de cumpleaños de quien todavía era un candidato cuando había evaluado que estaba a la altura de las circunstancias y decidido tomarlo a su servicio. 

Como solía ocurrir el esclavo estaba en el lugar indicado a la hora indicada por lo que exactamente cuando la Señora lo esperaba se presento ante su Ama saludándola respetuosamente aunque siempre discretamente y en los términos que indica el sentido común al actuar en publico. 

Ya con su part time la Señora le manifestó que deseaba ir a caminar por un ejido comercial cercano y aprovechar para hacer unas compras antes de tener una sesión privada. Así se hizo, el esclavo caminaba un paso detrás de la Dama aunque siempre atento a sus conversaciones, a abrir las puertas para su Ama y a que nada pudiera incomodar el andar de la Mujer que lo poseía. 

El sumiso conversaba animadamente con su Ama aunque manteniendo el respeto y la veneración que lo llevaban a someterse a Ella. Era de por si una situación normal, de hecho alguien que no estuviera inserto en la D´s solo hubiera visto a a una hermosa Mujer acompañada de un hombre que se mostraba muy atento y complaciente hacia su acompañante pero se interpretaría mas vale como un gesto de caballerosidad. 

De esta forma la Señora hizo algunas compras hasta que decidió entrar a una casa de deportes donde eligió un pantalón de gimnasia para sus diarias clases de pilates. Habiendo hecho esto decidió hacer un regalo a su esclavo para celebrar su cuarto cumpleaños y busco una malla enteriza entre las que había en el local. 

Este era un atuendo que solía hacer usar a su esclavo para servirla en algunas circunstancias, especialmente en reuniones con gente afín y era de por si un fetiche destacado para su esclavo por lo que considero adecuado para la ocasión. No era sencillo, solo había de competición y los talles no parecían ajustarse al cuerpo del sumiso. La vendedora prolijamente le mostró los distintos modelos y los talles disponibles y así la Señora selecciono una malla de color azul, muy elegante que estaba disponible en talle 4. 

A todo esto el esclavo permanecía callado, detrás de su Ama, esperando la decisión de su Dueña. Sin embargo la Señora tuvo sus dudas en cuanto al talle y simplemente le ordeno al esclavo que se la probara. Sin dudarlo el sumiso tomo la malla y se dirigió a los probadores procediendo a quitarse su ropa para probarse la prenda en cuestión. 

Agradeció que no hubiera mas gente en el local que las 2 vendedoras y de alguna manera se sonrojo pero sabia bien que debía obedecer cada orden de su Ama y confiaba en que si Ella le había pedido semejante acción era porque había evaluado los riesgos y que al servicio de su Ama nada le podría pasar. 

Después de todo solo era un nuevo limite corrido, y su Ama era muy proclive a hacerlo tal como en muchas oportunidades anteriores. Era mas que cierto que no pudo evitar sentirse humillado, rozando el ridículo, probándose una malla de Mujer ante la atónita e incrédula mirada de las empleadas pero se daba cuenta que eso le traería placer y disfrute a su Ama y hacerlo era justamente su función como esclavo. 

Fueron solo algunos instantes, que para el esclavo parecían interminables, hasta que la Señora entro al probador para comprobar que la malla le quedaba exageradamente chica y decido no comprarla. Ya de regreso en el salón la Señora eligió otro modelo, también talle 4 aunque claramente mas grande, y la empleada lo agrego a la compra para facturarlo y cobrarlo. El esclavo se limito a permanecer detrás de su Ama sin pronunciar mas palabras que las mínimas para agradecer a la cajera cuando le dio el vuelto. 

 La situación en si excito a la Señora, había corrido un nuevo limite de su esclavo, probando una vez mas que el adiestramiento al que lo había sometido rendía sus frutos ya que la obedecería ciegamente en lo que fuera y sonreía perversamente al imaginar la conversación posterior de las vendedoras que no habían entendido nada de lo que pasaba. 

Ya con parte de su cuota de perversión descargada decidió que era el momento de la sesión con su esclavo part time y así se hizo. Como en muchas otras ocasiones la Señora recibió de su esclavo el placer que se le antojo y se divirtió mientras celebraban esta fecha tan especial. 

Ya mas relajada gracias a los masajes de su sumiso regreso a su casa donde terminaría su día disfrutando de su Reino y atendida en este caso por su esclavo 24/7 que para esa hora había regresado de su trabajo. 

Tarde en la noche, antes de apagar la luz reflexiono sobre la intensidad no solo del día que había pasado sino de cada jornada y se pregunto si existe mejor estilo de vida que la Femdom aunque sabia de antemano que la respuesta es para Ella un rotundo “NO”

Los personajes y situaciones descriptas en este relato están basados en sujetos y hechos reales siendo deliberadamente casual la obvia semejanza con la realidad. Queda a criterio de cada lector sacar las conclusiones del caso.

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